El Brinco, espacio acelerador de Zaragoza Activa, comienza a recibir a sus primeras empresas

Una de estas primeras participantes es Serendipia, un proyecto empresarial de gestión cultural enfocado en conectar a la gente con el arte. Hablamos con Isabel y Miriam, ellas son Serendipia Gestión Cultural.

¿Quién hay detrás de Serendipia?

Las cofundadoras de Serendipia Gestión Cultural somos Isabel Ortín y Miriam Vera. Historiadoras del arte por la Universidad de Zaragoza, se especializaron en Gestión del Patrimonio Cultural y Museos por la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.

Desde Serendipia Gestión Cultural trabajamos por el desarrollo y la promoción del ámbito cultural en el territorio aragonés. ¿Cómo? A través de proyectos novedosos y recursos creativos basados en la posibilidad de ver el arte y la cultura. Eso sí, de una forma dinámica, innovadora, inclusiva y educativa.

Para ello, ofrecemos amplios servicios. Por un lado, el comisariado de exposiciones, asesoría y consultoría en gestión de espacios culturales. También actividades de divulgación cultural, elaboración de rutas y visitas turístico-culturales, investigación histórico-artística, desarrollo de talleres y didácticas o formación especializada.

¿Cómo nace la idea?

Fue tras el periodo de formación universitaria. El mercado laboral sólo nos ofrecía empleos precarios en los que no podíamos desarrollar nuestras habilidades creativas. Y mucho menos, aplicar nuevas metodologías de trabajo.

En 2017, después de una primera toma de contacto con el mundo de la gestión cultural y el comisariado, decidimos crear Serendipia Gestión Cultural. Una marca desde la que poder trabajar de forma independiente, aportando una visión más actual, social y creativa a la gestión cultural.

¿Cuál ha sido vuestra trayectoria hasta la creación de Serendipia?

Todo nuestro recorrido laboral dentro del sector de la gestión cultural se ha desarrollado de manera paralela a Serendipia. No teníamos en la cabeza el ser emprendedoras desde pequeñas, como sí ocurre con otras personas.

Sin embargo, tras finalizar nuestros estudios y realizar ese primer encargo, nos dimos cuenta de que esta era la fórmula perfecta. Nos permitía aunar trabajo creativo, independencia laboral y canalizar nuestra profesión hacía temas sociales. Pero, como hemos dicho anteriormente, nuestra formación era puramente humanística y no éramos conscientes de lo que suponía poner en marcha un proyecto empresarial. Por esa razón, nos pusimos en manos de Zaragoza Activa para que nos guiaran en esta aventura.

A lo largo de este tiempo hemos llevado a cabo proyectos culturales de manera independiente. Hemos trabajado para entidades como el Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación de Huesca o el Ayuntamiento de Fraga. También en el asesoramiento a entidades museísticas y otros proyectos culturales como becas de investigación histórico artística, talleres didácticos o recorridos turístico-culturales (físicos y digitales).

Además de en el ámbito público, también hemos trabajado para organizaciones privadas como Formación al Cuadrado o Academia Aragonesa de Educación. Allí impartimos cursos formativos especializados en Gestión del Patrimonio Cultural y Museos.

¿En qué estáis trabajando en este momento?

Tenemos varios proyectos en marcha en ciudades como Zaragoza o Fraga (Huesca). En esta última, hemos desarrollado acciones en torno a los conceptos de memoria, álbum fotográfico y territorio. El Ayuntamiento de Fraga apostó por impulsar dos proyectos como resultado de una investigación en torno a las fotografías que revelan la historia del municipio. Ha sido un proceso muy bonito sobre la cuál nos hemos documentado a lo largo de estos dos últimos años.

Tras esta investigación dimos con más de 750 fotografías procedentes de álbumes familiares y de archivos públicos y privados. Por ejemplo, del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, la Fototeca de la Diputación de Huesca, el Arxiu Mas o la Fundación Telefónica. Y, en torno a ellas, diseñamos dos proyectos.

Un paseo por su trayectoria

El primero de estos proyectos es Arqueología de la memoria. Un recorrido físico por las calles del casco histórico en el que integramos fotografías a gran escala en espacios como ventanas, puertas, solares… Y también digital, ya que a través del código QR que contiene cada una de estas fotografías, se puede acceder a una plataforma digital.

Allí hay un álbum familiar del territorio. En él volcamos, no sólo todas las fotografías rastreadas, sino también la información necesaria para explicar y entender la historia del municipio.

Esta colección fotográfica fue intervenida por la artista Lorena Cosba. Ella fue la encargada de transformar estas imágenes familiares en objetos únicos que dialogan con elementos naturales y objetos que ella misma se encuentra por la calle. Procesos analógicos de fotografía e historias humanas.

Producto de esto surgió Desde la raíz. Esencia y memoria, una exposición que comisaríamos nosotras y que puede visitarse hasta el 27 de junio en el Palacio Montcada de Fraga.

Novedades

Nos hace mucha ilusión apuntar que estamos trabajando con los museos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza en un par de proyectos. Ambos son de corte mucho más social y desde ellos trataremos de concienciar sobre temas como la accesibilidad al arte o la perspectiva de género.

Se trata de Museos y Mujeres. Una investigación en la que revisamos las colecciones de los municipales desde la perspectiva de género al tiempo que aplicamos una visión transversal para tratar temas como el desnudo, el poder o la mujer como mecenas, entre otros.

Paralelamente, se están llevando a cabo acciones que divulguen los resultados de dicha investigación. ¿Cómo?, a través de visitas y talleres que irán viendo la luz a lo largo de estos meses.

Pero, además, no dejamos de lado el ámbito de la formación específica. Así pues, seguimos impartiendo cursos de Gestión del Patrimonio Cultural y de Turismo Cultural y Sostenible en la plataforma de Formación al Cuadrado, así como varias clases en Aragonesa de Educación.

¿Cómo os está ayudando formar parte del ecosistema de Zaragoza Activa?

Nuestra formación era puramente humanística y no teníamos ninguna noción sobre lo que era un trimestral o sobre la forma que debíamos tomar como empresa. Conocer y participar en el CoMáster de La Colaboradora de Zaragoza Activa durante varios meses, recibiendo formación global sobre emprendimiento, nos ha ayudado a tener un conocimiento mucho más claro de los pasos que debíamos seguir.

Además, el haber permanecido varios meses en el coworking de La Colaboradora nos ha ayudado a conocer a profesionales de diferentes sectores. Y, sobre todo, destacaríamos que hemos podido aprender de aquellas personas que pertenecen a nuestro mismo ámbito y con las que hemos establecido estrechos lazos de colaboración.

¿Qué objetivos os habéis propuesto para este año con Serendipia? Y, ¿por el que estáis dentro del programa El Brinco.

Como comentábamos, emprender requiere una constante actualización y una puesta a punto en muy diversos ámbitos si quieres que tu proyecto salga adelante. Durante nuestra estancia en el espacio-acelerador El Brinco nos hemos puesto como objetivos repensar nuestra forma jurídica, ampliar algunos de nuestros servicios como la formación, crear nuevas sinergias, mejorar nuestra imagen de marca y estudiar la viabilidad de otras ideas de negocio complementarias.

¿Cuál es vuestro sueño como emprendedoras?

Poder vivir de aquello que más nos apasiona: la creación de proyectos culturales innovadores que conecten a la población con el arte.

Y, por último, un mensaje, eslogan para vuestros clientes…

Una serendipia es un hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Y eso esperamos que sea la cultura y el patrimonio para nuestros clientes/usuarios, un encuentro que, aunque en ocasiones resulte fortuito, se convierta en imprescindible.