Zaragoza sigue avanzando en su camino por posicionarse como una de las 100 ciudades europeas climáticamente neutras. La Comisión Europea ha otorgado al Ayuntamiento zaragozano el denominado sello-misión, un reconocimiento a la calidad y la viabilidad de los compromisos y planes expuestos en el acuerdo. Se trata de un nuevo hito que permite a cinco ciudades españolas (Zaragoza, Madrid, Valencia, Valladolid y Vitoria) desbloquear sinergias con programas de financiación de la UE y otros fondos y recursos financieros.
Entre los beneficios concretos que tendrá el sello, destaca el acceso ágil y preferente a convocatorias europeas y a fondos del Banco Europeo de Inversiones.
La consejera de Hacienda y Fondos Europeos, Blanca Soláns, ha explicado que esta concesión supone un nuevo reconocimiento a la trayectoria de Zaragoza en la Misión Europea Net Zero Cities, y a la calidad y viabilidad de sus compromisos y proyectos en este ámbito, facilitando así el acceso del Ayuntamiento y sus socios a financiación pública y privada favorables para llevarlos a cabo.
El sello servirá para conseguir ventajas en el acceso a financiación proveniente de programas de fondos europeos, adicionales a los fondos Next Generation que financian las acciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Asimismo, transmitirá confianza a los inversores privados y al resto de los grupos de interés interesados en este tipo proyectos alineados con la misión.
La Misión Europea de Ciudades Climáticamente Neutras tiene como objetivo apoyar la transformación de las ciudades para acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París y la Agenda 2030, y constituirse tanto en un elemento catalizador del Pacto Verde Europeo, como en un avance hacia la posibilidad de alcanzar la neutralidad climática antes de 2050.
Así, Zaragoza se sitúa en un rol de liderazgo en la transición energética de las grandes ciudades, hacia un modelo urbano más respetuoso con el medio ambiente, que mejora la calidad de vida de las personas y que es capaz de atraer inversiones y talento para impulsar las políticas innovadoras necesarias para avanzar en este camino.
Algunos ejemplos son las medidas para electrificar el transporte público, cumplir con las directivas europeas en materia de descarbonización, impulsar la rehabilitación energética de viviendas, o mejorar la red de saneamiento y los procesos de gestión de residuos.