Las personas con trastornos de salud mental tienen mayores dificultades para integrarse en el mercado de trabajo: además de los estereotipos y prejuicios sociales, los propios usuarios se enfrentan a obstáculos como el miedo al proceso selectivo, la sensación de culpa por estar en paro y la baja autoestima que les hacen sentir menos capaces para obtener un trabajo.

La  Red de Oficinas Técnicas Laborales (OTL) de la Diputación de Barcelona , ​​formada por  19 oficinas en toda la provincia , trabaja desde 2002 para reducir estos obstáculos y facilitar la inserción laboral de personas con trastorno mental. El usuario tipo  de las OTL es un hombre de 30 a 49 años, en paro, con certificado de discapacidad y con estudios bajos. La depresión y/o ansiedad es desde 2022 el trastorno más habitual entre los usuarios de las OTL, desbancando a otros diagnósticos hasta ahora mayoritarios como el trastorno esquizofrénico y el del estado de ánimo episódico.

Cuando llegan a las OTL por primera vez, muchos usuarios con depresión o ansiedad muestran baja autoestima y dificultades para establecer relaciones con otras personas, aspecto que desde las oficinas se trabajan para ayudarles a fijar su objetivo y que puedan acceder a acciones grupales y/o formativas para mejorar su perfil profesional, la socialización y la confianza en uno mismo. En muchos casos estos usuarios vienen con un largo recorrido de experiencia y formación pero se encuentran en un momento muy vulnerable y con una autopercepción de poca confianza en el éxito de la inserción. Además, algunos muestran sensación de culpa y vergüenza por su situación de paro, expectativas bajas, mucha frustración y ansiedad por preparar entrevistas, por lo que a menudo posponen el momento de empezar a presentarse a ofertas de trabajo.

En 2022 la Red de Oficinas Técnicas Laborales (OTL) de la Diputación de Barcelona atendió a 1.805 personas, con una tasa de inserción del 36,8%: es decir, 664 personas con trastorno mental  encontraron trabajo el año pasado gracias a este servicio. El 46,3% de las personas atendidas fueron mujeres y el máximo nivel de formación alcanzado por el 53,3% de los usuarios era estudios obligatorios o inferiores. En los últimos 5 años se han atendido a un total de 9.077 personas (44,9% de las cuales, mujeres), con una inserción media del 32,62%.

 

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