Excusas para una metamorfosis

Entidad promotora

Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo de Córdoba (IMDEEC)

En una ciudad de más de 44.000 parados es fácil caer en el pesimismo y sentirse encerrado en un callejón con difícil salida. Ante esta situación y para evitar el estancamiento hay que plantear alternativas. Muchos encuentran una bifurcación de su camino en el reto de convertirse en sus propios jefes, aunque nunca hubieran soñado con ser empresarios, entre otras cosas porque su formación inicial no facilitara las claves de ese tortuoso proceso de inversión económica, sacrificio y papeleos interminables que desemboca en la creación de cualquier compañía.

En 2013 Córdoba sumaba más de 54.000 empresas, según los últimos datos que ofrece el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). Solo en el ejercicio de ese año se crearon 1.392 firmas en la capital -2.396 en toda la provincia- de las cuales la mayoría se enmarcaron en el sector del comercio, seguidas de las de alimentación y de actividad inmobiliaria. Con estas cifras se posiciona como la quinta provincia de Andalucía en lo que a empresas registradas se refiere, un dato no demasiado alentador al que se le suma el de la extinción de 347 empresas a lo largo de todo 2013, un 12,6% más que en 2012. Puede que esta realidad no dibuje Córdoba como el paraíso del empresario precisamente, pero no es suficiente para amedrentar a aquellos que se deciden a cambiar el rumbo de su vida y tomar el tren del emprendimiento. La crisis puede ser una oportunidad para rebuscar en los arcones, rescatar ideas que un día se barajaron y fueron desestimadas porque el momento vivido apuntaba en otras direcciones. Puede ser también la excusa perfecta para tomar por fin la determinación de dedicarse a lo que a uno le gusta, convertirse en el dueño de uno mismo o darle una vuelta de tuerca a esa profesión que siempre se ha realizado pero que, por su enfoque o condiciones laborales, nunca llegó a satisfacer las ambiciones de alguien decidido a marcar la diferencia.

El primer paso para el que no sabe muy bien por dónde empezar es acudir a la madre de todas las fuentes de información: internet. Pero la red se convierte en un océano en el que es fácil naufragar cuando se navega sin brújula y la búsqueda de respuestas a las innumerables dudas que le surgen a un emprendedor novato puede convertirse en una odisea. Ante esta situación, lo lógico es buscar un manual de instrucciones o un guía espiritual al que aferrarse. Así se llega a plataformas como la Preincubadora de Empresas Baobab, impulsada por el Imdeec, que supone un espacio de gestación de ideas y proyectos para asesorar a los futuros empresarios en el desconocido mundo del emprendimiento.